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DOP
Visita al Dop, en la Vía Augusta de Barcelona, en lo que
yo personalmente definí en su día como un local maldito.
Como conocedor de la zona he visto las mismas aperturas
que cierres de locales en este magnífico local.
Y esa es la realidad, pocos locales de la ciudad disponen
de unas dimensiones y una terraza tan incomparables como éste, sin embargo muchos
se han quedado en el intento y algunos de ellos con recursos suficientes para
aguantar, pero no funcionó.
Recuerdo así, de memoria Il Bellini, o el Otrora, inolvidable
Roncesvalles. En fin, espero y deseo que la racha no continúe.
Escribí del Dop, del antiguo, en mi blog, hace 3 años: http://puesiremos.blogspot.com.es/2012/03/dop.html
Recuerdo que fui por una recomendación de un buen amigo
para probar sus patatas bravas. Buenas, la verdad que eran muy buenas y
realmente fui cliente, no habitual pero sí que lo visité en varias ocasiones.
El nuevo Dop no
tiene nada que ver, nada de bravas, nada de hamburguesas con foie, nada de
aquella primitiva carta.
La evolución ha
sido total, yo personalmente echo de menos cosas, también es cierto que tal y
como han dispuesto el local lo que se ha buscado por parte de la propiedad es
otro perfil de público que el que tenían.
Vi que hay un menú
de mediodía, correcto, suena bien, a un precio de 22 €. Este día y para que les
sirva de orientación estaba compuesto por Sopa de ajo castellana, Tartar de
salmón, Cappuccino de brandada o Gazpacho de remolacha, mejillones de arenys y
huevas de trucha.
De segundo, Entrecotte de ternera, Bacalao skrei, Suquet de pescado y Solomillo ibérico.
Postres, piña
colada, chocolate, y por ultimo pa de passic de avellana.
Nosotros, y con el
fin de escribir el presente, optamos por la carta.
Mini croquetas de
jamón y gallina. Demasiado minis y con poca consistencia. Tan poca que era
imposible adivinar cuál era cada una de ellas. (12 €) Exagerado este plato, es
una tapita y no se puede cobrar 12 €, bueno si se puede a la vista está.
Raviolis de mató,
espinacas, salvia parmesano y trufa. Esto ya es otra cosa. Estaban buenos, muy sabrosos
y perfecta cocción(13 €). Demostración palpable de que no se puede cobrar 12 €
por el plato anterior.
De segundo, unos
Canelones de pato de bellota con peras, salsa de canela, Pedro Ximenez y su piel
crujiente (17 €). Muy bueno, un gran plato, hay que reconocer que me entusiasmó tanto en su presentación como en la armonía de los sabores; la única pega es la
falta de temperatura, se nos sirvió un poco frío pero nada más que objetar.
Foie a la
plancha, cebolla caramelizada y puré de manzana ácida(16€). Hombre, absolutamente mejorable. Sólo hay que darse una vuelta por el Vaso de Oro y
pedirlo, ya sé que las comparaciones son odiosas pero en ocasiones vale la pena
ver lo que hacen y como lo hacen los demás.
Un consejo este
plato gana mucho acompañado de 4 tostaditas. Se agradece de veras.
Para beber un
Urbion Cuvée (17 €). Siguen la moda de vinos absolutamente desconocidos para la
inmensa parte de los mortales, eso permite triplicar precios por productos
mediocres. En este caso la botella se puede comprar puesta en casita por 5 €.
La presentación de los vinos en la carta también me pareció de lo mas ridículo y
cursi que uno puede encontrar en un restaurante. Alguien se la ha hecho y ese
alguien les ha metido un gol.
Para la
presentación de éste, “Atemporal fresca madurez” Nacido para gustar es como una
golosina. En fin...
Felicidades por
la majestuosa cava de vinos que preside en comedor principal.
Un humilde
consejo, vuelvan a hacer las bravas, son mejor que las mini croquetas.
