SANTA AGUSTINA


En esta ocasión hay que decir que el descubrimiento no es mío, se lo debo a mi buen amigo Carlos de Moy. Y al decir descubrimiento es decir la verdad, es llamar a las cosas por su nombre y reconocer que “algo te llama la atención”, en un mundo donde la masificación, y por lo tanto la mediocridad, está a la orden del día.
Este local situado en el Born, en la hace poco intransitable Plaça Sant Agustí Vell y ahora convertido en un maravilloso rincón del barrio más cosmopolita de la ciudad. Y esta es la realidad, la incursión de nuevos locales con un interiorismo trabajado y cuidado y con la decisión de hacer un buen trabajo hace que zonas donde no podías acercarte por un tema de seguridad, se conviertan en lugar de culto y obligado paso.


Al salir del Santa Agustina me empecé a plantear como redactar este post, y me quedó la sensación de que estaba ante un local que podría triunfar según como encuentre su público. Está claro que el barrio está preferentemente inundado de turistas, y el turista no va a saber apreciar lo que aquí se ofrece. No quiero polémicas ni menospreciar a nadie, pero aquí sabemos decir que no a determinadas tapas y platillos y darnos cuenta de que nos están engañando con producto precocinado, o congelado. Después de muchas ensaladillas rusas, después de centenares de croquetas, uno sabe perfectamente que es lo que te dan, obviamente en el caso de los turistas muy pocos podrán apreciar este detalle.
Santa Agustina es autenticidad y calidad y ante esto uno solo puede quitarse el sombrero y felicitar a sus propietarios.
Una ensaladilla rusa, de las mejores que hemos probado últimamente y que para, mí junto con la de Casa Palet y la de Casa Pepe, forman la trilogía de la ciudad (4 €).


Buñuelos de bacalao. Diferentes, esponjosos, sabrosos, magistral relleno y fenomenal fritura, dignos de un primer plato de cualquier restaurante de esos que quedan pocos. (1.50 € unidad)


Croquetas de jamón ibérico, elaboradas a mano, una a una, diferentes, heterogéneas, ricas, melosas. Un 10. (1.50 € unidad)


Patatas bravas. No fue lo que más nos gustó, pero hay que valorar el intento de buscar algo diferente, de innovar para en este caso alcanzar la propia personalidad en el plato y por lo tanto no convertirte un “uno más”. La patata muy buena, el alioli también, la salsa brava quizá en esta ocasión con un predominante sabor a pimentón de la Vera que se apoderaba en demasía del plato. (4 €)


Calamares a la romana. Calamar calamar, nada de sucedáneos  potas, choupas, etc.,  y eso se nota. Conseguida una buena tempura para el rebozado y acompañado de un alioli casero, lo hace una tapa de obligada demanda. (6.90€)


Costilla de cerdo a la barbacoa. Delicia de delicias, maravilla de carne, tierna, jugosa, sabrosa, perfecta cocción y elaborada al carbón. Una magistral salsa barbacoa culmina el plato. (9.50€)


Por último, las albóndigas de la abuela Mercedes. Sensacionales albóndigas sobre un fondo de cebolla pochada que también nos encantó. (6.50 €)


La carta es extensa, tengo pendientes varios platos que pienso ir a probar en breve, en especial El Rabo de vaca vieja con papas, la ensaladilla de atún picante (me viene a la memoria la del Vaso de oro) y un pulpo del que también he oído maravillas.
Un surtido de tapas y platos, cuidados y trabajados. Un local con una excelente carta de vinos servidos por copas, si quieres, y a la temperatura idónea.


Un “tapas bar” que se nota y denota profesionalidad y saber hacer por todos los costados y del que desde aquí me declaro desde ya, fiel seguidor.
Por lo tanto, nos vemos en breve.


SANTA AGUSTINA          Plaça Sant Agustí Vell 9 · 08003 Barcelona · Telf. 933157904

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